
Los instrumentos de viento madera se caracterizan por producir sonido a través de la vibración del aire dentro del tubo (cuerpo) del instrumento, siendo la longitud del instrumento la que determina su afinación. Dentro de los instrumentos musicales, se trata de una familia que ha ido evolucionando a lo largo de la historia, dando lugar a instrumentos muy variados con diferencias acústicas significativas, que sin embargo se complementan entre sí. Si bien existen instrumentos dentro de la familia de viento-madera que están realizados en metal (como pueden ser la flauta o el saxofón), la principal característica de estos instrumentos es su fabricación predominante en madera, y sobre todo el nacimiento de su sonido, que puede ser de tres tipos:
- Instrumentos con bisel:
Por ejemplo, la flauta o el flautín, donde el sonido se produce al soplar directamente en el extremo de la embocadura. En este caso, es directamente la columna y la vibración del aire la que produce el sonido.
- Instrumentos de doble caña:
La producción del sonido comienza en el golpeo de dos cañas entre sí, atadas en el extremo contrario y unidas en un tubo o tudel. Este sonido nasal de características acústicas tan singulares, es seguramente el más difícil de perfeccionar dentro de los instrumentos de viento-madera (ejemplos claros son el oboe y el fagot).
- Instrumentos de caña simple:
Estos instrumentos requieren de una embocadura (totalmente intercambiable y configurable), en la que la caña es sujetada mediante una abrazadera. La articulación en este caso es más versátil que en la doble caña, ya que los armónicos afloran con mayor versatilidad y el control en todo el registro es mucho más dinámico. En este grupo se encuentran clarinetes y saxofones, principalmente.
- Instrumentos con bisel:
Por ejemplo, la flauta o el flautín, donde el sonido se produce al soplar directamente en el extremo de la embocadura. En este caso, es directamente la columna y la vibración del aire la que produce el sonido.
- Instrumentos de doble caña:
La producción del sonido comienza en el golpeo de dos cañas entre sí, atadas en el extremo contrario y unidas en un tubo o tudel. Este sonido nasal de características acústicas tan singulares, es seguramente el más difícil de perfeccionar dentro de los instrumentos de viento-madera (ejemplos claros son el oboe y el fagot).
- Instrumentos de caña simple:
Estos instrumentos requieren de una embocadura (totalmente intercambiable y configurable), en la que la caña es sujetada mediante una abrazadera. La articulación en este caso es más versátil que en la doble caña, ya que los armónicos afloran con mayor versatilidad y el control en todo el registro es mucho más dinámico. En este grupo se encuentran clarinetes y saxofones, principalmente.
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